Los recién llegados al Bloodbowl
Championship dejan una buena impresión en su debut en un campo difícil como el
Estadio de la Disformidad, pero sufren dos bajas serias de cara a los próximos
encuentros.
Tras el cataclismo
extradeportivo que supuso la retirada de la UD Caledor la pasada semana, el Blood Bowl
ha recuperado el protagonismo tras la disputa de la primera jornada del nuevo
campeonato. El primer encuentro del fin de semana despertó un enorme interés
dado el atractivo que ofrecía el enfrentamiento entre los anteriores líderes
invictos, los ‘Trituradores de Khorne’, y los recién llegados al torneo, la
oscura escuadra élfica ‘Dökkálfar’.
Aunque la alteración
del anterior calendario se dejó sentir en la afluencia de público al Estadio de
la Disformidad, los catorce mil aficionados que se dieron cita en “el Circo”
aprovecharon los asientos vacíos para lanzarlos al campo en diversas fases del
partido y generar así un ambiente excelente en el que reinaba una extraña
camaradería en favor de la violencia. Las declaraciones previas al encuentro,
en las que el “míster” oscuro proclamó su deseo de que sus jugadores muriesen,
preferiblemente, a manos de los jugadores caóticos, predispusieron a la afición
de los ‘Trituradores’ a favor de la nueva escuadra de la liga y, por momentos,
el ambiente del graderío resultó un tanto paradójico.
Arsturaêz "el Carnicero" en un cartel promocional del partido.
Mientras tanto, los
equipos eran presentados en el terreno de juego. Tras conocer alguna de las nuevas
estrellas visitantes, la afición caótica comprobaba que, tal y como había
anunciado “Igurin” en rueda de prensa, Khorn “el Interceptor” no dirigiría
delantera de los ‘Trituradores’ durante los próximos partidos. Las opiniones de
la grada con respecto a la ausencia del carismático minotauro, estaban
divididas:
“A mí me parece bien”,
afirmaba con seguridad un seguidor drow, ataviado con los colores de los
‘Dökkálfar’.
“Es un desastre. O
vemos su cornamenta pronto por aquí, o arrancaremos la del entrenador. A ver si
se piensa que nos vamos a contentar con que ganen partidos. ¡Nosotros queremos
sangre, no ensayos!”, opinaba en cambio Skransktcht, líder del grupo ultra de
los ‘Trituradores’ conocido como los “Ultragoats”.
Con dicha ausencia pero
con la incorporación de Grumma Krank, el cuarto Guerrero del Caos que
incorporan los locales para reforzar su primera línea, comenzó el encuentro. El
sorteo inicial sonrió al nuevo equipo de la liga, que escogió disponer de la
primera posesión de la liga para desplegar su juego rápido y dinámico. Los
líneas de los ‘Dökkálfar’ frenaban el ímpetu triturador y, por detrás, Oroktof
“el Maldito” y los blitzers élficos organizaban el juego. Dos de ellos
superaron el medio campo con facilidad, para encontrarse con el marcaje de los
zagueros bestia que pudieron detenerles momentáneamente. Sin embargo, antes del
ecuador del primer periodo, Oroktof abandonó la protección de su delantera, que
empezaba a dar signos de fatiga, y avanzó por el flanco derecho del ataque drow
para enviar un pase de cinco yardas a uno de sus blitzers. Tròn’, “el
Devastador”, recibió en una posición desfavorable, cerca de la línea de cal y
con la presencia amenazante de Ga Ungor y Dak Ta Ruk, pero tras una pantalla de
Werthgedà emprendió una carrera vertiginosa que dejó a sus defensores
absolutamente clavados. Habrá que seguir de cerca a un jugador que es capaz de
convertir una recepción problemática en el primer ensayo que encajan los
‘Trituradores’ en toda su trayectoria.
Como ha sucedido otras
veces, el tramo final del primer periodo fue en el que los de Anarreg Khan
“Igurin” empezaron a sentar las bases que les brindarían el triunfo en la
segunda parte. Esta vez, la reacción comenzó en la grada que, tras recuperarse
de la extrañeza provocada por el escaso entusiasmo de la hinchada visitante a
la hora de celebrar el ensayo, optó por demostrar su frustración ante la
ventaja visitante regalando a los ‘Dökkálfar’ con una suculenta lluvia de
objetos contundentes. Y, si en la primera jornada de la ya abortada liga, los ‘Trituradores’
perdieron a uno de sus jugadores en un episodio semejante, esta vez los
aficionados que acudieron a “el Circo” les dieron a su equipo la tan necesaria
ventaja numérica dejando inconsciente al blitzer oscuro Ar’yteö “el Decidido”. La
sensación de extrañeza que provocó el
sonoro aplauso de la hinchada visitante ante la herida de su propio jugador,
aún sobrevuela el Estadio de la Disformidad. En cualquier caso, empezaba a
quedar demostrado que celebrar un ensayo frente al fondo ocupado por los
“Ultragoats” es peligroso. Restaba comprobar que lo es incluso para los
jugadores locales.
En la reanudación, el
equipo caótico siguió el ejemplo de sus seguidores más radicales y comenzó a
presionar seriamente la defensa élfica. Horus II pudo hacerse con el control
del esférico y rápidamente acudió al centro del campo, donde los Guerreros del
Caos estaban asegurando el dominio territorial a los ‘Trituradores’. Cuando al
menos otros dos líneas oscuros yacían inconscientes en el suelo, la acción
sobre el terreno de juego quedó dividida: por un lado Horus II y los Guerreros
del Caos avanzaban hacia la línea de ensayo por la banda izquierda del ataque
y, por otra, las bestias Batch’Ka y Kittan hostigaban la zaga élfica en el
flanco opuesto, iniciando una reyerta que acabó con un miembro de cada equipo fuera
del terreno de juego.
El número creciente de drows
que necesitaban asistencia médica y la referida contienda en el otro extremo
del terreno de juego, impidió a los ‘Dökkálfar’ defender el avance de Horus II,
que al filo del descanso aguardaba plácidamente al borde de la línea de ‘touch’
a que sus compañeros terminaran de ensañarse con sus rivales. El bravo blitzer
Krêlk “el Salvaje”, haciendo honor a su apodo, decidió lanzarse en solitario
hacia el bestia caótico, ignorando la férrea línea defensiva que le protegía.
Para su desgracia el encargado de frenarle en seco fue el experimentado
Valhall, que efectuó un placaje a baja altura que destrozó una de las rodillas
de Krêlk que, por supuesto, tuvo que abandonar el campo. Veremos si, cuando
pueda volver a pisar un terreno de juego, sigue siendo el mismo jugador.
Satisfecho con el cercano y brutal placaje de su compañero, Horus II se
apresuró a entrar en la zona de ensayo justo cuando el árbitro se llevaba el
silbato a la boca.
En el descanso los
‘Trituradores’ parecían tener el dominio absoluto del partido, pero aún
tendrían que pasar ciertos momentos de agobio al comienzo del segundo tiempo. Fueron
los ‘Dökkálfar’ los encargados de patear en esta ocasión. El equipo local
desplegó su tradicional formación compacta en el medio campo para proteger el
balón pero, Horus II, merced a la llovizna que había comenzado a caer sobre el
Estadio de la Disformidad y a un claro bajón de rendimiento con respecto al
primer periodo, se mostró incapaz, en múltiples ocasiones, de hacerse con el
control del oval. Los Guerreros de la delantera se esforzaban por contener el
avance drow pero los huecos permitidos por la formación de Anarreg Khan
posibilitaron la internada de Hercèbùd, que a punto estuvo de conseguir una
nueva posesión para su equipo. De haberlo hecho, el partido podría haber
cambiado de signo.
Fue el hombre bestia
Athel, uno de los máximos anotadores de la pasada liga, quien pudo por fin
controlar el balón y buscar la protección de su delantera. En esta ocasión
“Igurin” indicó a sus jugadores que explotaran el pasillo derecho de su ataque,
ordenando al equipo al completo avanzar pegado a la banda. Todos los jugadores
que aún resistían sobre el barrizal en el que ahora se estaba jugando se
apelotonaron en escasos metros, de modo que los ‘Trituradores’ pudieron
explotar su mayor peso. Los ‘Dökkálfar’ hicieron un esfuerzo titánico por
defender el segundo ensayo caótico pero, en la última parte del segundo periodo,
parecía evidente que su tesón resultaría infructuoso. En los últimos compases
del partido Urtïik^k “el Afortunado” trató de colarse en la tupida red de
jugadores locales y, tras perder pie, fue pateado por Horus II que logró
despejar el camino hacia la línea de ensayo, enmendando parte de su mala actuación
al comienzo del segundo periodo. Athel celebraba ya su ensayo justo cuando
Werthgedà “el Crédulo” hizo honor a su sobrenombre y a la fama de suicidas de
los ‘Dökkálfar’, tirándose contra el flamante fichaje de los ‘Trituradores’, el
Guerrero Gumma Krank, que vio sorprendido como el blitzer caía malherido a sus
pies, causando baja segura para la próxima jornada.
La alegría fue
completa, pues, entre los aficionados que se dieron cita en “el Circo”, ya que
la hinchada visitante celebraba la contusión de su jugador al mismo tiempo que
los locales saboreaban nuevamente la victoria. Al haberse efectuado el cambio
de campos en el descanso, Athel ensayó nuevamente frente a los “Ultragoats”
que, llevados por el entusiasmo reinante en el estadio, recibieron la
celebración de sus jugadores con una nueva lluvia de piedras que, en esta
ocasión, acertó en pleno rostro al hombre bestia local Kittán, para algarabía
de los todos los asistentes. La feliz escalada de violencia aún continuaba en
las gradas cuando los reporteros de Spike! acudieron a la sala de prensa, donde
las primeras declaraciones del entrenador élfico, Zargh Káh "El Aberrante”,
suponían la principal atracción. La legión de periodistas especializados había
ocupado todas las banquetas disponibles en la sala de prensa del estadio para
pulsar las opiniones del máximo dirigente de los ‘Dökkálfar’, así que, para
poder usar una de ellas como arma arrojadiza, Zargh Káh, tras irrumpir hecho
una furia en el recinto, tuvo que tirar al suelo a un reportero skaven al que
comenzó a golpear mientras, efectivamente, ofrecía sus primeras declaraciones a
la prensa:
“¡¡Ya que no ha muerto
ninguno de mis jugadores, moriréis vosotros!!”.
Cuando la silla que
estaba empleando como mortero para machacar a la rata dejó de cumplir su
cometido, Zargh Káh la arrojó al otro lado de la estancia. Fuera de sí pareció
mirar a su alrededor en busca de algún nuevo objetivo, mientras un extraño aura
púrpura comenzó a rodearle y sus ojos cambiaban de color. Varios objetos
próximos a “el Aberrante” comenzaron a temblar y levitar, por lo que la
seguridad proporcionada por el Bloodbowl Championship se vio obligada a
intervenir, llevándose al entrenador de los ‘Dökkálfar’ de la sala de prensa.
El equipo médico de los ‘Trituradores’ saqueó diligentemente el cuerpo del
corresponsal Skaven, Snitchie Ritchie, encontrando, entre otras cosas, lo que
parecía ser una filtración informativa del entrenador drow o, quizá, un exiguo guion
de las declaraciones que había planeado hacer a la prensa antes de perder la
cabeza. Las especulaciones sobre las intenciones del papiro de Zargh Káh se
suceden, pero, en cualquier caso, Spike! está en condiciones de ofrecer a sus
lectores el exclusivo contenido del documento, gracias a la amabilidad
absolutamente desinteresada de dos miembros del personal del Estadio de la
Disformidad, Pi y Fi Mulgor, que aprovechan la ocasión para enviar un saludo al
resto de la manada Mulgor. Confirman a su madre, además, que están comiendo
bien. Los violentos trazos de Káh rezaban lo siguiente:
“Puede que ‘Igurin’ os
parezca un entrenador serio y respetable, pero he estudiado en profundidad sus
métodos y he analizado su vida privada. Como todo el mundo, tiene sus rarezas,
pero las suyas son especialmente aberrantes. Anarreg Khan tiene una relación
sentimental con un barbalarga de los Barak Varr Blues y pretende utilizar su
influencia sobre el mismo para adulterar la competición… ¡Que se sepa!”.
Snitchie Ritchie, ya recuperado, pregunta al personal caótico por el destino de sus pertenencias y sus ropas.
Queda demostrado que la
sustitución del único equipo que parecía aportar algo de cordura a esta
competición, la UD Caledor, por la escuadra de semejante personaje, amenaza con
hacer sucumbir el Bloodbowl Championship ante el surrealismo de los cuatro
entrenadores de los equipos participantes. Baste señalar, como ejemplo, la
naturalidad con la que el propio “Igurin” asumió la dantesca escena con la que
se encontró al ingresar en la sala de prensa: ante el cuerpo aún inerte del periodista
rátido y la estupefacción del resto de los reporteros, incapaces de articular
palabra, el entrenador de los ‘Trituradores’ se limitó a encogerse de hombros,
dar media vuelta y abandonar el lugar con total naturalidad, diciendo:
“Si no tenéis
preguntas, me voy, que tengo ganas de cenar. Buenas noches a todos”.
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