lunes, 19 de noviembre de 2012

Barak Varr Blues 0 - Trituradores de Khorne 1

Spike! ofrece su cobertura del encuentro y el postpartido Barak Varr Blues – Trituradores de Khorne.


El Caos se lleva la victoria en un choque que se convirtió en un monumento al Bloodbowl más agresivo.

¿Bloodbowl o antibloodbowl? ¿Acaso importa? La respuesta es evidente: no, no importa lo más mínimo. Y es que hasta el seguidor más acérrimo del bloodbowl más ofensivo, tiene que rendirse ante la evidencia de que partidos como el de ayer, en el que todos y cada uno de los protagonistas se dejan la piel o incluso la vida sobre el campo, son la verdadera esencia del deporte rey.
El encuentro entre enanos y Caos no defraudó, a pesar de las enormes expectativas que el primer partido de la liga pasada había generado. Curiosamente, al contrario que en aquella ocasión, la normalidad presidió las jornadas previas: esta vez no hubo ruedas de prensa surrealistas, ni respuestas pretendidamente comedidas. El anterior choque ya había dejado suficientes cuentas pendientes y el ánimo de revancha era más que suficiente para la hinchada de los ‘blues’.
En cualquier caso, los partidos disputados entre equipos como los Barak Varr y los Trituradores, que disputan cada centímetro del campo como si fuese el último, no pueden estar totalmente exentos de polémica. En esta ocasión fueron los enanos quienes se quejaron a la organización del torneo porque, desde principios de semana, tuvieron que soportar la presencia de los radicales caóticos en sus dominios. Unos doce mil hombres bestia colapsaron los túneles de la ciudad hasta que la federación decidió hacer algo al respecto: finalmente se habilitó para ellos una zona fan, donde pudieron dar rienda suelta a sus ganas de pasarlo bien. Diversos partidillos entre aficionados y alguna que otra ceremonia religiosa hicieron las delicias de los ultracabras que, a pesar de todo, no dejaron demasiados ingresos en la zona, acostumbrados como están a emplear el trueque en sus transacciones: alcohol a cambio de retrasar brevemente el empleo de la violencia.
Para el día del partido la zona fan habilitada por las autoridades enanas había hecho su trabajo y aproximadamente la sexta parte de los hombres bestia habían muerto, con lo que finalmente, solo 10.000 hicieron acto de presencia en el estadio. Desgraciadamente, para entonces muchos enanos habían decido ahorrarse la presencia del espectáculo caótico e invertir el bonito fin de semana en alguna de sus actividades lúdicas habituales: matar goblins, matar orcos, matar skavens… En cualquier caso, lo cierto es que la afluencia de público local se resintió y la asistencia de la hinchada ‘blue’ se quedó en 4.000 enanos.

Sobre el terreno de juego y con el ambiente de la grada a su favor, los Trituradores volvieron a ganar el sorteo y decidieron contar con la primera posesión. En una tarde en la que las patadas iniciales tendrían mucha incidencia en el juego, el equipo enano logró colocar el oval al borde del medio campo, obligando a los Trituradores a vascular rápidamente para proteger el balón. Horus II debió apresurarse a hacerse con la posesión en malas condiciones, viéndose privado de la habitual protección de los Guerreros del Caos y cayendo en la ‘contracaja de Selby’, que amenazaba con arrebatarle el oval. Sin embargo, cuando estaba más presionado, Horus II decidió que el mejor ataque es una buena defensa y en una loca carrera a través de la delantera enana logró enviar al banquillo a Cadfan que, de no haber sido atendido por el médico de los Barak Varr, podría haber causado una prematura baja para su equipo.


Horus II presionado, instantes antes de agredir a Cadfan.

Los pupilos de Selby demostraron entonces la pasta de la que están hechos y reaccionaron al movimiento de Horus II reagrupándose en el medio campo entorno a su principal baluarte, el barbalarga Bryn “el bailarín”, que desquició con sus requiebros y cabriolas a la delantera trituradora, absolutamente incapaz de deshacerse de él. Tras el partido, el capitán caótico expresó con las siguientes palabras lo que supone enfrentarse a este tremendo jugador:

“Es insufrible. Miras hacia delante y no ves nada. Cuando logras recordar que está ahí abajo, frente a tus rodillas, piensas, ‘pan comido’. Entonces empieza a contonearse como una culebra guasona, diciendo cosas raras sobre tu familia. No me preguntes dónde obtiene esa información… Es un maestro. Logré derribarle un par de veces y a los dos segundos, ¡ahí estaba otra vez! Mirándote con una extraña sonrisa de suficiencia en su cara y, al mismo tiempo, placando a un hombre bestia. Es un maestro de verdad y, hasta que logremos matarle, cuenta con nuestro respeto. Luego ya no lo tendrá porque estará muerto. Pero ahora sí, vamos”.

Espoleados por las volteretas laterales del barbalarga, los Barak Varr lograron impedir el avance del bloque caótico y enviaron al banquillo al hombre bestia Athel y al Guerrero An’grath y, aunque ninguno necesitó asistencia médica, con un hombre más sobre el campo, los ‘blues’ parecían dominar la situación. Pero, definitivamente, los entrenadores rivales deben empezar a sopesar cómo parar las reacciones caóticas al borde del descanso.
Cuando el primer periodo tocaba a su fin, los jugadores continuaban formando un amasijo de miembros en el que difícilmente se sabía dónde se encontraba el balón, que cambió de manos en varias ocasiones. Los intentos del Caos por progresar fueron repelidos con éxito por los enanos, pero, en un último intento desesperado, los Trituradores intentaron hacer llegar el oval a Kittán, que progresó por la banda derecha. En ningún momento tuvo la más mínima posibilidad de alcanzar el balón, entre otras cosas porque el hombre bestia, al que ya se empieza a conocer como “Pequeño Devorador”, decidió que era mejor idea embestir frontalmente a Ivor, corredor de los blues. El impacto fue tremendo y sus violentos efectos se vieron agudizados por el hecho de que el Triturador recorrió varios metros con el enano enganchado a su cornamenta. El médico local no pudo sino certificar el fallecimiento del jugador, cuyo cuerpo fue desenganchado de su agresor durante el descanso, al que se llegó con empate a cero.
La situación parecía un calco de la vivida en la segunda jornada de la pasada liga: los de Selby habían defendido con éxito durante el primer periodo, pero comenzaban el segundo con una clara inferioridad numérica, debido, en gran parte, a que los inconscientes caóticos mostraron una mayor capacidad de recuperación durante el descanso.
Donaldson Selby planteó con audacia la reanudación del partido, colocando a la práctica totalidad de sus efectivos en la banda izquierda de su ataque y dejando despoblado el otro flanco. Cuando la patada inicial de Athel, de vuelta en el campo, comenzó a desviarse hacia el cúmulo de jugadores enanos, la estrategia de los ‘blues’ parecía ideal, sin embargo el hiperactivo Kittán arrancó cuando el oval aún estaba en el aire, derribó a un matatroll y pudo colocarse justo bajo el balón, aunque falló al intentar recogerlo. Su presencia en mitad de la caja enana acabó por debilitarla, permitiendo a los Trituradores derribar en varias ocasiones al portador del balón. Horus II fracasó en su intento de recuperar la posesión ante lo cual, “Igurin”, recordando los problemas de su equipo para defender a sus corredores, ordenó que fuera un Guerrero del Caos quien se encargara en esta ocasión de transportar el balón hacia la zona de ataque. Angrok se ocupó de la tarea y los Trituradores pudieron avanzar pegados a la cal, permitiéndose el lujo, además, de dejar atrás un número de jugadores suficiente como para trabar al resto del equipo enano en una reyerta que no terminaría hasta el pitido final.


La superioridad numérica caótica acaba por tumbar la resistencia enana. En la imagen, los Trituradores hacen un último e inútil intento por acabar con Brynn.

Los últimos instantes del partido, con la victoria caótica encarrilada, dejaron varias imágenes curiosas: cerca de la zona de ensayo Angrok trataba de enviar un pase a un desesperado Kittán, incapaz de hallar adversarios cerca de su posición. Como era de esperar, el balón acabó por los suelos y Horus II pudo cumplir su cometido y ensayar poco antes del final. Mientras tanto, en el medio campo los Trituradores derribaron a todos los enanos… excepto uno. Brynn “el bailarín” continuó burlando a sus adversarios y al propio destino: justo cuando Horus II marcaba, ¡ocho jugadores caóticos! le rodearon, tirándole al suelo a golpes. Cuando todo parecía indicar que la golpiza se prolongaría, los Trituradores se detuvieron en lo que la prensa ha interpretado como una extraña señal de admiración del equipo caótico hacia este pequeño gran jugador. Realmente puede significar cualquier otra cosa, pero esta es la única posibilidad plausible que la redacción al completo de Spike! ha sido capaz de ofrecer.

DECLARACIONES POSTPARTIDO:

Donaldson Selby compareció a la rueda de prensa, mostrándose serio y reflexivo.

"Ha sido un partido muy duro, y no puedo si no felicitar al equipo de Igurin por su tenacidad. Pero no por eso debemos olvidarnos de que el problema estamos siendo nosotros. No se puede fallar tanto en la primera línea y dejar que nos ganen la iniciativa sin parar. Al igual que en el partido anterior hemos fallado a la hora de enviar a sus jugadores a la enfermería y hemos terminado teniendo inferioridad numérica en el campo, y si eso ocurre la culpa es tanto mía como de mis chicos. Hay que cambiar la tendencia cuanto antes, y espero que pronto recuperemos la confianza y con ella vengan los resultados."
"La muerte de Ivor será dura para el grupo, pero esperamos que su recuerdo nos guie para poder conseguir muchas bajas en los próximos partidos. Hay que sacar fuerzas de estas situaciones, y estamos seguros de que Madoc podrá suplir la ausencia de un segundo corredor hasta el siguiente partido. Pero, desde luego, puedo prometer a todos los enanos que sangre caótica pagará por la muerte de Ivor. Mucha sangre caótica..."

Tras él, un consumido Anarreg Khan “Igurin” atendió a los medios, visiblemente agotado:

“¿Satisfecho? Sí, enormemente, porque ahora podemos volver a pensar en nuestros maravillosos partidos contra los elfos… Esto es un suplicio. Cada vez que nos enfrentamos a los enanos pierdo varios años de vida. Los dos próximos encuentros serán diferentes, seguramente más claros, para bien o para mal. Este tipo de encuentros se deciden en jugadas puntuales y creo que soy sincero al decir que podríamos haber perdido los dos que hemos jugado contra los Barak Varr”.

“Sí, claro, evidentemente espero que este tipo de declaraciones le quiten presión a mis jugadores, para eso las hago. Pero eso no quiere decir que no sea cierto que, ahora mismo, seguimos siendo ligeramente inferiores a otros equipos. Afortunadamente la liga es larga y estas victorias iniciales valen su peso en carne podrida. Tenemos que continuar puliendo fallos en el control de balón y mejorar mucho nuestra capacidad para entregar almas a Khorne. Tenemos margen de progresión”.

“A la segunda vuelta le pediría dos victorias. Una nos mantendría en la pelea, pero dos nos dejarían arriba del todo de cara a la segunda parte de la liga, donde tenemos que desenvolvernos mejor. Sería clave seguir sin sufrir bajas pero, evidentemente, eso es cada vez más complicado”.

OTROS DATOS DEL PARTIDO:

- La nota curiosa: el encuentro disputado en campo enano es el primero de la historia de los Trituradores de Khorne en el que no se producen disturbios en la grada, ni lanzamientos de objetos al terreno de juego. Algo irónico si se tiene en cuenta que el campo, las casas y la ciudad enana en general, están hechos de piedra.
- El crack del partido: Brynn “el bailarín” ha sido designado por Spike!, el mejor jugador del partido, sosteniendo a su equipo en los momentos de inferioridad numérica.
- El duro: Kittán. El “pequeño Devorador” sigue sembrando el pánico en la liga, con tres bajas en su haber. La muerte de Ivor será una clara candidata al placaje ‘bugman’ de la liga.

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