Spike! ofrece su cobertura del encuentro y el postpartido Barak Varr Blues – Trituradores de Khorne.
El Caos se lleva la
victoria en un choque que se convirtió en un monumento al Bloodbowl más
agresivo.
¿Bloodbowl o
antibloodbowl? ¿Acaso importa? La respuesta es evidente: no, no importa lo más
mínimo. Y es que hasta el seguidor más acérrimo del bloodbowl más ofensivo,
tiene que rendirse ante la evidencia de que partidos como el de ayer, en el que
todos y cada uno de los protagonistas se dejan la piel o incluso la vida sobre
el campo, son la verdadera esencia del deporte rey.
El encuentro entre
enanos y Caos no defraudó, a pesar de las enormes expectativas que el primer
partido de la liga pasada había generado. Curiosamente, al contrario que en
aquella ocasión, la normalidad presidió las jornadas previas: esta vez no hubo
ruedas de prensa surrealistas, ni respuestas pretendidamente comedidas. El
anterior choque ya había dejado suficientes cuentas pendientes y el ánimo de
revancha era más que suficiente para la hinchada de los ‘blues’.
En cualquier caso, los
partidos disputados entre equipos como los Barak Varr y los Trituradores, que
disputan cada centímetro del campo como si fuese el último, no pueden estar
totalmente exentos de polémica. En esta ocasión fueron los enanos quienes se
quejaron a la organización del torneo porque, desde principios de semana,
tuvieron que soportar la presencia de los radicales caóticos en sus dominios.
Unos doce mil hombres bestia colapsaron los túneles de la ciudad hasta que la
federación decidió hacer algo al respecto: finalmente se habilitó para ellos
una zona fan, donde pudieron dar rienda suelta a sus ganas de pasarlo bien. Diversos
partidillos entre aficionados y alguna que otra ceremonia religiosa hicieron
las delicias de los ultracabras que, a pesar de todo, no dejaron demasiados
ingresos en la zona, acostumbrados como están a emplear el trueque en sus
transacciones: alcohol a cambio de retrasar brevemente el empleo de la
violencia.
Para el día del partido
la zona fan habilitada por las autoridades enanas había hecho su trabajo y
aproximadamente la sexta parte de los hombres bestia habían muerto, con lo que
finalmente, solo 10.000 hicieron acto de presencia en el estadio.
Desgraciadamente, para entonces muchos enanos habían decido ahorrarse la
presencia del espectáculo caótico e invertir el bonito fin de semana en alguna
de sus actividades lúdicas habituales: matar goblins, matar orcos, matar
skavens… En cualquier caso, lo cierto es que la afluencia de público local se
resintió y la asistencia de la hinchada ‘blue’ se quedó en 4.000 enanos.
Sobre el terreno de
juego y con el ambiente de la grada a su favor, los Trituradores volvieron a
ganar el sorteo y decidieron contar con la primera posesión. En una tarde en la
que las patadas iniciales tendrían mucha incidencia en el juego, el equipo
enano logró colocar el oval al borde del medio campo, obligando a los
Trituradores a vascular rápidamente para proteger el balón. Horus II debió
apresurarse a hacerse con la posesión en malas condiciones, viéndose privado de
la habitual protección de los Guerreros del Caos y cayendo en la ‘contracaja de
Selby’, que amenazaba con arrebatarle el oval. Sin embargo, cuando estaba más
presionado, Horus II decidió que el mejor ataque es una buena defensa y en una
loca carrera a través de la delantera enana logró enviar al banquillo a Cadfan
que, de no haber sido atendido por el médico de los Barak Varr, podría haber
causado una prematura baja para su equipo.
Horus II presionado, instantes
antes de agredir a Cadfan.
Los pupilos de Selby
demostraron entonces la pasta de la que están hechos y reaccionaron al
movimiento de Horus II reagrupándose en el medio campo entorno a su principal
baluarte, el barbalarga Bryn “el bailarín”, que desquició con sus requiebros y
cabriolas a la delantera trituradora, absolutamente incapaz de deshacerse de
él. Tras el partido, el capitán caótico expresó con las siguientes palabras lo
que supone enfrentarse a este tremendo jugador:
“Es insufrible. Miras
hacia delante y no ves nada. Cuando logras recordar que está ahí abajo, frente a
tus rodillas, piensas, ‘pan comido’. Entonces empieza a contonearse como una
culebra guasona, diciendo cosas raras sobre tu familia. No me preguntes dónde
obtiene esa información… Es un maestro. Logré derribarle un par de veces y a
los dos segundos, ¡ahí estaba otra vez! Mirándote con una extraña sonrisa de
suficiencia en su cara y, al mismo tiempo, placando a un hombre bestia. Es un
maestro de verdad y, hasta que logremos matarle, cuenta con nuestro respeto.
Luego ya no lo tendrá porque estará muerto. Pero ahora sí, vamos”.
Espoleados por las volteretas
laterales del barbalarga, los Barak Varr lograron impedir el avance del bloque
caótico y enviaron al banquillo al hombre bestia Athel y al Guerrero An’grath
y, aunque ninguno necesitó asistencia médica, con un hombre más sobre el campo,
los ‘blues’ parecían dominar la situación. Pero, definitivamente, los
entrenadores rivales deben empezar a sopesar cómo parar las reacciones caóticas
al borde del descanso.
Cuando el primer
periodo tocaba a su fin, los jugadores continuaban formando un amasijo de
miembros en el que difícilmente se sabía dónde se encontraba el balón, que
cambió de manos en varias ocasiones. Los intentos del Caos por progresar fueron
repelidos con éxito por los enanos, pero, en un último intento desesperado, los
Trituradores intentaron hacer llegar el oval a Kittán, que progresó por la
banda derecha. En ningún momento tuvo la más mínima posibilidad de alcanzar el
balón, entre otras cosas porque el hombre bestia, al que ya se empieza a
conocer como “Pequeño Devorador”, decidió que era mejor idea embestir
frontalmente a Ivor, corredor de los blues. El impacto fue tremendo y sus
violentos efectos se vieron agudizados por el hecho de que el Triturador
recorrió varios metros con el enano enganchado a su cornamenta. El médico local
no pudo sino certificar el fallecimiento del jugador, cuyo cuerpo fue
desenganchado de su agresor durante el descanso, al que se llegó con empate a
cero.
La situación parecía un
calco de la vivida en la segunda jornada de la pasada liga: los de Selby habían
defendido con éxito durante el primer periodo, pero comenzaban el segundo con
una clara inferioridad numérica, debido, en gran parte, a que los inconscientes
caóticos mostraron una mayor capacidad de recuperación durante el descanso.
Donaldson Selby planteó
con audacia la reanudación del partido, colocando a la práctica totalidad de
sus efectivos en la banda izquierda de su ataque y dejando despoblado el otro
flanco. Cuando la patada inicial de Athel, de vuelta en el campo, comenzó a
desviarse hacia el cúmulo de jugadores enanos, la estrategia de los ‘blues’
parecía ideal, sin embargo el hiperactivo Kittán arrancó cuando el oval aún
estaba en el aire, derribó a un matatroll y pudo colocarse justo bajo el balón,
aunque falló al intentar recogerlo. Su presencia en mitad de la caja enana
acabó por debilitarla, permitiendo a los Trituradores derribar en varias ocasiones
al portador del balón. Horus II fracasó en su intento de recuperar la posesión
ante lo cual, “Igurin”, recordando los problemas de su equipo para defender a
sus corredores, ordenó que fuera un Guerrero del Caos quien se encargara en
esta ocasión de transportar el balón hacia la zona de ataque. Angrok se ocupó
de la tarea y los Trituradores pudieron avanzar pegados a la cal, permitiéndose
el lujo, además, de dejar atrás un número de jugadores suficiente como para
trabar al resto del equipo enano en una reyerta que no terminaría hasta el
pitido final.
La superioridad numérica caótica
acaba por tumbar la resistencia enana. En la imagen, los Trituradores hacen un
último e inútil intento por acabar con Brynn.
Los últimos instantes
del partido, con la victoria caótica encarrilada, dejaron varias imágenes
curiosas: cerca de la zona de ensayo Angrok trataba de enviar un pase a un
desesperado Kittán, incapaz de hallar adversarios cerca de su posición. Como
era de esperar, el balón acabó por los suelos y Horus II pudo cumplir su cometido
y ensayar poco antes del final. Mientras tanto, en el medio campo los
Trituradores derribaron a todos los enanos… excepto uno. Brynn “el bailarín”
continuó burlando a sus adversarios y al propio destino: justo cuando Horus II
marcaba, ¡ocho jugadores caóticos! le rodearon, tirándole al suelo a golpes.
Cuando todo parecía indicar que la golpiza se prolongaría, los Trituradores se
detuvieron en lo que la prensa ha interpretado como una extraña señal de
admiración del equipo caótico hacia este pequeño gran jugador. Realmente puede
significar cualquier otra cosa, pero esta es la única posibilidad plausible que
la redacción al completo de Spike! ha sido capaz de ofrecer.
DECLARACIONES
POSTPARTIDO:
Donaldson Selby
compareció a la rueda de prensa, mostrándose serio y reflexivo.
"Ha sido un
partido muy duro, y no puedo si no felicitar al equipo de
Igurin por su tenacidad. Pero no por eso debemos olvidarnos de que el problema
estamos siendo nosotros. No se puede fallar tanto en la primera línea y dejar
que nos ganen la iniciativa sin parar. Al igual que en el partido anterior
hemos fallado a la hora de enviar a sus jugadores a la enfermería y hemos
terminado teniendo inferioridad numérica en el campo, y si eso ocurre la culpa
es tanto mía como de mis chicos. Hay que cambiar la tendencia cuanto antes, y
espero que pronto recuperemos la confianza y con ella vengan los
resultados."
"La muerte de Ivor
será dura para el grupo, pero esperamos que su recuerdo nos guie para poder
conseguir muchas bajas en los próximos partidos. Hay que sacar fuerzas de estas
situaciones, y estamos seguros de que Madoc podrá suplir la ausencia de un segundo
corredor hasta el siguiente partido. Pero, desde luego, puedo prometer a todos
los enanos que sangre caótica pagará por la muerte de Ivor. Mucha sangre
caótica..."
Tras él, un consumido Anarreg
Khan “Igurin” atendió a los medios, visiblemente agotado:
“¿Satisfecho? Sí,
enormemente, porque ahora podemos volver a pensar en nuestros maravillosos
partidos contra los elfos… Esto es un suplicio. Cada vez que nos enfrentamos a
los enanos pierdo varios años de vida. Los dos próximos encuentros serán
diferentes, seguramente más claros, para bien o para mal. Este tipo de
encuentros se deciden en jugadas puntuales y creo que soy sincero al decir que
podríamos haber perdido los dos que hemos jugado contra los Barak Varr”.
“Sí, claro,
evidentemente espero que este tipo de declaraciones le quiten presión a mis
jugadores, para eso las hago. Pero eso no quiere decir que no sea cierto que,
ahora mismo, seguimos siendo ligeramente inferiores a otros equipos.
Afortunadamente la liga es larga y estas victorias iniciales valen su peso en carne
podrida. Tenemos que continuar puliendo fallos en el control de balón y mejorar
mucho nuestra capacidad para entregar almas a Khorne. Tenemos margen de
progresión”.
“A la segunda vuelta le
pediría dos victorias. Una nos mantendría en la pelea, pero dos nos dejarían
arriba del todo de cara a la segunda parte de la liga, donde tenemos que
desenvolvernos mejor. Sería clave seguir sin sufrir bajas pero, evidentemente,
eso es cada vez más complicado”.
OTROS DATOS DEL
PARTIDO:
- La nota curiosa: el
encuentro disputado en campo enano es el primero de la historia de los
Trituradores de Khorne en el que no se producen disturbios en la grada, ni
lanzamientos de objetos al terreno de juego. Algo irónico si se tiene en cuenta
que el campo, las casas y la ciudad enana en general, están hechos de piedra.
- El crack del partido:
Brynn “el bailarín” ha sido designado por Spike!, el mejor jugador del partido,
sosteniendo a su equipo en los momentos de inferioridad numérica.
- El duro: Kittán. El “pequeño
Devorador” sigue sembrando el pánico en la liga, con tres bajas en su haber. La
muerte de Ivor será una clara candidata al placaje ‘bugman’ de la liga.
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