lunes, 8 de octubre de 2012

Trituradores de Khorne 1 - Barak Varr Blues 0



LOS TRITURADORES LOGRAN UNA TRABAJADA VICTORIA Y CONQUISTAN EL LIDERATO.

El Estadio de la Disformidad recibió a los Varak Barr Blues con un ambiente inmejorable. La reaparición pública de Anarreg Khan “Igurin” tras la rueda de prensa de Selby acaparó toda la atención en las horas previas al choque. Un ensayo de Kittan en el descuento, desató la locura de la hinchada caótica.

Los miles de espectadores que abarrotaron las gradas del estadio del Caos coincidirán en que las magnéticas figuras de ambos entrenadores marcaron a fuego el devenir del encuentro que ellos mismos se habían encargado de caldear durante las jornadas previas. Cuando, tras la rueda de prensa del incendiario Selby, Spike! acudió a la posada de concentración de los Trituradores, recibió la callada como respuesta: Anarreg Khan “Igurin” declinaba hacer declaraciones. El desconcierto se extendió entre los periodistas; ni siquiera los más veteranos recordaban que un hombre bestia del Caos desperdiciase semejante oportunidad para motivar a sus jugadores y la afición. Sin embargo, a la vista de las proporciones alcanzadas por los debates de los hinchas en las tabernas y lo que sucedió anoche en el terreno de juego, es posible que “Igurin” pertenezca a esa rara estirpe de bestias que comprenden que, quizá, lo único que podía resultar más emocionante que una explosiva respuesta al esperpento de Selby era, precisamente, no decir nada.

Anarreg Khan llegó al estadio antes que el carromato oficial de los Trituradores. El enjambre de periodistas que le esperaba en los aledaños de la puerta 66 se encontró a un “Igurin” vestido de paisano –es la primera vez desde que empezó el campeonato que compareció sin su sempiterna armadura de juego– y aparentemente relajado. En cualquier caso, su afonía y su impostado desconocimiento de la rueda de prensa de Selby y la presentación en sociedad de su “hermana Igurina”, terminaron por convencer a la prensa de que el entrenador de los Trituradores había invertido toda su rabia en preparar a conciencia el partido. A pesar de que afirmó no desear hacer declaraciones antes del partido, Spike! pudo sonsacar algún gruñido al entrenador de los Trituradores con respecto a la performance del entrenador enano:

Respuesta - “No sé a qué rueda de prensa te refieres. Yo he pasado los últimos días en Sartosa en calidad de manager deportivo de los Trituradores de Khorne. He estado buscando equipo técnico para incorporarlo a la plantilla, ojeando jugadores y buscando patrocinadores. En serio, ¿qué rueda de prensa?”.
Pregunta - “Míster, todo el mundo lleva hablando de ello una semana... Lo cierto es que se le ve muy tranquilo a pesar de que Donaldson descalificó públicamente a su propia hermana y el resto de su familia”.
R- “¿¡Cómo dice!?"
P- Bueno… ya sabe… La rueda de prensa en la que Selby apareció con una cabra, diciendo que se llamaba Igurina.
R- (Tras unos instantes en silencio). “Ah, sí, eso… Por supuesto. En fin, hay que reconocer que fue... ¡bastante original! Sí que lo sabía, sí, pero no hay que darle mayor importancia. Simplemente busca motivar a sus chicos, que lo son en todos los sentidos, y enfadar a los Trituradores. Por mi parte no hay problema. Si fuéramos elfos afeminados que nos dedicásemos a dar pases absurdos, sin sentido, quizá nos afectara más; para nuestro estilo de juego, tener ganas de asesinar al contrario es positivo".
P- “¿Ha afectado la rueda de prensa del entrenador de los Blues a su opinión personal sobre él o su equipo?
R- "En absoluto... Ehhh… respetamos mucho a los enanos y, desde ese respeto, intentaremos acabar con ellos hasta que no quede ninguno en el campo. Trataremos de arrebatarles cada palmo del terreno de juego del mismo modo en que el Caos les ha arrebatado muchos de los agujeros infectos en los que vivían. Sin duda, para nosotros es un partido difícil. Los encuentros contra los elfos quizá nos convienen más de momento porque, independientemente del marcador, en ellos mis jugadores siguen aprendiendo a hacer aquello que nos tiene que llevar al triunfo en el futuro. Hoy, en cambio, tienen que aprender a aprovechar la lentitud de los enanos y a hacer valer nuestra fuerza en las fases ofensivas. Confío en que podremos ofrecer un buen espectáculo".
P- “¿Saludará entonces al entrenador de los Varak Barr?
R- “Mire: existen dos Donaldsones Selbyes... Uno, el provocador, aparece con una cabra ante la prensa y dice que es mi hermana, disfrutando de polemizar conmigo y los propios medios. El otro, el entrenador, me conoce desde hace tiempo y sabe que yo mismo despedacé a mi hermana con mis manos la noche que recibí a Khorne en mi alma y que vertí su sangre en la vasija sagrada del Gran Devorador para compartirla con mi manada. El primer Selby es el @#€#€ en las ruedas de prensa. Yo me mido al otro, al entrenador. Nosotros hablamos en el campo”.

 La isla de Sartosa, conocida por su gastronomía y sus bondades vacacionales, ha aportado a lo largo de la historia tan solo un jugador profresional de Blood Bowl, el eslizón estrella de los "Sartosios coleantes", Snitcher.

Pocas horas más tarde los Varak Barr Blues debían ser escoltados hasta su vestuario tras soportar el lanzamiento de todo tipo de objetos contundentes por parte de los aficionados más radicales de los Trituradores. Algún hincha especialmente inspirado arrojó una cabeza de cochinillo a los pies del entrenador enano al grito de “nosotros ya nos hemos comido a tu hermana”. Afortunadamente, la escena se produjo antes del comienzo del encuentro, ya que la caída de una cabeza de cerdo al terreno de juego habría sido un acto de surrealismo tal, que ni siquiera la Blood Bowl Championship podría haberlo tolerado. La sombra de la clausura del campo planeó sobre el estadio de la Disformidad durante toda la jornada.

Seis mil bravos  y ebrios enanos ocuparon el fondo norte de “el circo” – como los aficionados de los Trituradores llaman coloquialmente a su estadio – y se esforzaban por hacerse oír en el infernal ambiente que se preparó para recibir a su equipo. Los pupilos de Anarreg Khan se demoraron unos minutos a la hora de acceder al terreno de juego, con lo que el griterío y la tensión iban en aumento. Al mismo tiempo que las animadoras de los Trituradores y los protagonistas accedían al terreno de juego, se confirmaba que “Igurín” y Selby obviaban el protocolario saludo inicial entre los entrenadores. Fue entonces cuando las aproximadamente doce mil bestias que abarrotaban "el Circo" mostraban el espectacular mosaico que habían preparado para la ocasión: el coliseo del caos se tiñó del característico tono marrón-cabra de la hinchada de los Trituradores, al mismo tiempo que una gran pancarta con la leyenda “Khorne hegemonía” se desplegaba en el fondo sur, en lo que supuso el envío de un claro mensaje de unidad y decisión caóticas a todo el viejo mundo en general y el Imperio en particular. La atmósfera era realmente inmejorable.

El sorteo inicial sonrió a los locales, que decidieron optar por contar con la posesión del oval durante el primer periodo. La intención de Anarreg Khan era, con toda seguridad, proteger a su corredor y tratar de castigar la primera línea de los Blues durante todo el primer periodo. Pronto quedó demostrado que el partido que acababa de comenzar no iba a seguir, en absoluto, ningún plan prestablecido.

Porque lo cierto es que, a pesar de la electrizante respuesta de la hinchada caótica, el comienzo del partido fue un infierno para los Trituradores. Cuando el oval aún surcaba el aire tras la patada inicial, Khorn, impulsado por el griterío, rompió la estrategia inicial del caos y cargó de un modo furibundo contra la línea enana, ignorando que la delantera de los Blues poco tiene que ver con las élficas. El minotauro pagó la novatada perdiendo pie y resultando derribado, aunque sin consecuencias. Esta primera acción del encuentro provocó, sin embargo, un cambio en el estado de ánimo de ambos equipos y los enanos tomaron la iniciativa.

Los siguientes fueron los peores minutos de los Trituradores en lo que va de torneo. Con el minotauro concentrado en tratar de levantarse durante buena parte de la primera entrada, los barbaslargas se adueñaron del centro del campo y los blitzers y matatrolls enanos entraron a través de la primera línea del Caos como el cuchillo por la mantequilla. Athel, el hombre más destacado en el primer partido de los Trituradores, se vio obligado a intentar incluso un pase, ante la desesperación de Anarreg Khan “Igurin”, cuando uno de los Guerreros del Caos encargado de su protección, Angrok, fue enviado a la enfermería por Rhys con un brazo roto.

Como era de esperar el destinatario del pase, Abbak Rog, no pudo controlar el oval, que comenzó a rebotar aleatoriamente, aunque esta vez en campo enano. Fue entonces cuando la zona técnica robó brevemente el protagonismo a lo que estaba sucediendo dentro del terreno de juego: tirando de veteranía, el entrenador de los Trituradores cargó hecho una furia contra el cuarto árbitro, reclamando algún tipo de sanción arbitral contra los jugadores enanos que, en su opinión, estaban bordeando peligrosamente el límite del laxo reglamento del Blood Bowl. El tumulto en la banda se alargó durante varios minutos, pero el partido no se detuvo. Los jugadores de ambos equipos, estupefactos, vieron cómo buena parte del primer tiempo se consumía en una frenética pugna por lograr el control del balón. En varias ocasiones los Trituradores estuvieron muy cerca de lograr capturarlo cerca de la zona de ensayo, más por puro azar que por dominio territorial, pero finalmente fueron los enanos quienes se llevaron el gato al agua al borde del descanso, haciéndose con la posesión.

Lo hicieron aun precio elevado: en torno al ecuador del primer tiempo, el blitzer enano Cadfan, sufrió una espeluznante caída en su intento por alcanzar el balón y el batacazo fue de tal magnitud, que la hinchada caótica comenzó a celebrar la tragedia mientras el médico enano practicaba la reanimación cardiovascular a su jugador. Entre gritos de "muerte, muerte, muerte", el blitzer enano se alejó de la luz blanca que veía a lo lejos y fue trasladado a los vestuarios. Para entonces, Anarreg Khan estaba concluyendo su espectáculo y se dirigía de nuevo hacia la silla de madera que tiene en la banda – los Trituradores aún no han instalado un banquillo propiamente dicho – haciendo gestos a un graderío nuevamente enfervorecido. Khorn, que demostró a lo largo de la tarde ser especialmente sensible al estado de ánimo de los hinchas, pudo por fin librarse de su marcaje de un manotazo y, lo que hasta entonces había sido inoperancia, se convirtió en una actividad frenética por parte del minotauro.

Su regreso a la delantera caótica fue el punto de inflexión más importante del partido, que cambió completamente de signo: ahora eran los Blues quienes tenían la posesión del oval, pero los Trituradores estaban más enchufados. Los corredores de los Varak Barr se vieron rápidamente acosados por las bestias y los guerreros caóticos y, a punto de finalizar la primera parte, fruto del choque entre ambas líneas, Abbak Rog dejó fuera de combate a la estrella indiscutible del equipo enano. Con la baja de Ivor los Blues perdieron una pieza importante en su arsenal ofensivo, pero, a pesar de ello, lograron iniciar una jugada que culminó con la acción más espectacular de la noche.

Cuando el primer tiempo tocaba a su fin, viendo que el árbitro se disponía a señalar el camino de los vestuarios, los Varak Barr arriesgaron con un pase largo, algo que, desde luego, no está en el manual de juego enano. El lanzamiento buscaba alcanzar a un blitzer adelantado que había superado la defensa del caos. Aún tendría que haber resistido el ataque de la zaga de los Trituradores, de no haber sido porque, en pleno vuelo, una enorme zarpa se hizo, con pasmosa seguridad, con el control del balón. El estadio de la Disformidad enmudeció unos instantes mientras asimilaba que Khorn acababa de efectuar una espectacular intercepción. No contento con eso, el minotauro reunió lucidez suficiente para no cargar contra algún enano teniendo la posesión del oval y comenzó a avanzar pesadamente hacia la zona de ensayo rival. Cuando el árbitro ya se llevaba el silbato a la boca, Khorn realizó un pase más que digno para un jugador de sus características. Lamentablemente para los Trituradores, An’Grath no pudo atrapar el balón y el que pudo haber sido el ensayo del campeonato no llegó a completarse.

Los equipos se fueron al descanso empatados, pero con sensaciones encontradas: los Varak Barr habían logrado mantener su casillero a cero a pesar de haber pateado de inicio, pero perdieron dos jugadores importantes en la recta final de la primera entrada; los Trituradores, en cambio, se fueron ovacionados al vestuario tras dar lo mejor de sí en los últimos instantes del primer tiempo.

 Los Varak Barr Blues en la charla técnica de Donaldson Selby al descanso.

La segunda y última entrada del partido fue mucho más homogénea que el primer periodo. Aupados por su afición, los Trituradores elevaron su tono defensivo y comenzaron a dejar fuera de combate a la delantera enana. Los Varak Barr buscaron a instancias de Donaldson Selby diversas brechas en la defensa de los Trituradores, pero los hombres bestia alcanzaban con facilidad las escapadas del ahora único corredor Blue. Viendo que la inferioridad numérica era cada vez más acuciante, el equipo enano trató de amarrar el empate a cero alejando el oval de su zona de ensayo mediante un pase extremadamente arriesgado, que acabó con el balón alojado junto a una de las bandas, en campo de los Trituradores.

Kittan recogió el esférico y comenzó una larga carrera, escoltado por cuatro hombres bestia y beneficiándose del trabajo que los dos Guerreros del Caos y Khorn seguían realizando en la zona media. Pasado el ecuador del segundo tiempo, los Varak Barr bascularon con criterio hacia la banda derecha de su defensa, pero su escasez de efectivos les impidió poner en aprietos a los Trituradores, que continuaron su avance. Un último intento por placar a Kittan fue detenido por An´Grath que compensó con una perfecta pantalla su fallo en la recepción de la primera parte, y Kittan pudo recrearse al entrar en la zona de ‘touch’. Al ensayar frente al fondo sur del "circo", los Trituradores pudieron celebrar la victoria frente a sus hinchas más radicales, con algo menos de miedo a recibir el impacto mortal de algún tipo de objeto. La dedicatoria fue para el fallecido Giga Gum-em.

Terminaba así un partido espectacular e igualadísimo en el que, en cualquier caso, los Trituradores, ahora líderes en solitario de la liga, estuvieron más cerca del triunfo.

JUGADORES SPIKE! DE LA JORNADA:
-“El Crack”: Khorn, el minotauro. Interceptó un pase que pudo suponer un ensayo en contra y sembró el pánico en la delantera enana durante toda la segunda parte.

-“El Duro”: Rhys. El matatroll enano fue capaz de acabar con un Guerrero del Caos y ofreció un gran nivel defensivo a lo largo de todo el encuentro.

-“El Jugador del Partido”: Abbak Rog. Dejó fuera de combate a Ivor y fue clave para su equipo dando la cara en los peores momentos de los Trituradores.

DECLARACIONES POSTPARTIDO:

Un Donaldson Selby algo arisco con la prensa, valoró el partido del siguiente modo:

-"Ha sido un gran partido de Blood Bowl, eso no puede negarlo nadie. Han habido grandes choques y emoción, pero nos ha faltado el último punto necesario para haber eliminado a más jugadores del rival, mientras que mis chicos han demostrado ser más blandos de lo debido. Cuando te quedas en inferioridad numérica contra un equipo, no hay mucho que puedas hacer salvo tratar de salvar los muebles, y nos ha sobrado un poco de partido para conseguirlo."

-"¿El estado del terreno de juego? Algo raro había, porque no es normal que uno no pueda siquiera correr sin tener miedo de abrirse la cabeza, como bien puede atestiguar Cadfan. De todos modos creo que mis rivales también hubiesen podido desear un campo en mejor estado, como todo buen equipo de Blood Bowl."

-"¿Si nos afecta la derrota? Pues claro, ahora tenemos más ganas que nunca de enfrentarnos a los silvanos y recuperar el ritmo victorioso frente a un equipo más blando. Necesitamos causar bajas para volver a sentirnos un equipo superior en el choque, cosa que hoy no hemos logrado. Además, esto también hace que mis chicos se vayan sin comerse a la hermana de “Igurin” en el planeado banquete, así que por esa parte también nos afecta, la verdad."

- "¿Qué si el mosaico inicial y el ambiente del estadio eran un mensaje del Caos al Imperio? ¿Me preguntas a mí por la política imperial? No sé, si me preguntas por la noble realeza enana de Barak Varr igual podría decirte algo, pero la política imperial y los intrascendentes asuntos humanos no me atañe."

Anarreg Khan abandonó apresuradamente el estadio en un carromato sin ventanillas. A petición de la prensa, el encargado de atender a los medios fue el minotauro de los Trituradores, Khorn:

- “¿Partido? ¡Bien! Divertido. Pegar, caer, ¡levantarse dificil! JAJAJA. Incluso coger balón… ¡Bien, bien! Ahora yo irme a cenar. ¡Aparta!

No hay comentarios:

Publicar un comentario